La Batalla de Bouvines

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Mapa: Los normandos en el Mediterraneo

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La Batalla de Helgea

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Mapa de la batalla de Tewkesbury

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PETAIN (Henri Philippe)

•octubre 2, 2011 • Deja un comentario

(Biografía para la primera guerra mundial)

PETAIN (Philippe).Nacido en Couchy-la-Tour (Artois, departamento Paso de Calais, en el norte de Francia) el 26 de Abril de 1856 de una familia acomodada de agricultores y educado en la fé católica.Bajo la influencia de los relatos de su tío-abuelo, el abad Lefèvre, que había servido en la Grande Armée de Napoleón e impresionado por la guerra de 1871 a los 14 años decide ser soldado.

Ingresa en 1876 como alumno en en la Escuela Militar Especial de Saint-Cyr, donde se gradua con el número 229 de 336 que integran su promoción. Cursando después los estudios de la Escuela de Guerra (1887). Su carrera se desarrolla en diferentes guarniciones en la metrópoli, sin prestar servicio en las colonias. Ascendido a capitán en 1890 y a comandante (Chef de Bataillon) en 1900. En los cazadores alpinos, en donde sirvió, empezó á desarrollar sus iniciativas, pero no comenzó á alcanzar notoriedad hasta 1902, en que pasó por la Escuela Normal de Tiro del Campo de Chalons, teniendo entonces ocasión de estudiar el valle del Aisne y la Champaña, teatro más tarde de sus operaciones en donde se declaró francamente adver­sario de la teoría oficial del Ejército Francés del “ataque a toda costa” argüyendo que la potencia de fuego que se había alcanzado , en especial con las ametralladoras, lo hacían inviable y tronando contra los anticuados principios que pretendían basar la táctica de Infantería únicamente en experiencias esquemáticas de polígono, prescindiendo de las contingencias del combate. Estas ideas fueron desarrolladas por Petain desde su cátedra de la Escuela de Guerra, en donde hicieron época sus lecciones, pre­conizando los principios que la guerra, más tarde, confirmó. A diferencia de la mayoría de oficiales franceses, sirvió en la Francia Metropolitana salvo una participación en la campaña de Rif, en Marruecos. A pesar de sus relevantes condiciones, no alcanzó el empleo de coronel hasta 1911, en que fué nombrado para mandar un regimiento (33º de infantería), de guarnición en Saint-Omer, Arrás.

Al comenzar la guerra era uno de los muchísimos coroneles destinados á retirarse sin ascender al generalato, cuyas puertas les cerraban las luchas políticas y religiosas que minaban el ejér­cito francés, pues por ser católico había sido fichado, sin tener para nada en cuenta el haber pasado su vida entera trabajando sin alarde alguno, pero concienzudamentemente, en hacer patria y ejército, inculcando a sus soldados el estricto cumplimiento del deber.

En agosto de 1914, con 58 años, recibió el mando de una brigada y empezó á distinguirse haciendo retroceder a las fuerzas de von Haussen que habían cruzado el Mosa en Dinant y amenazaban el flanco derecho y la retaguardia del ejército de Laurezac, que se batía con el de von Bülow. Sus condiciones de severa energía, conocidas de sus superiores, le llevaron, ascendido a general de brigada, al mando de la 6.a división, duramente castigada en Charleroi, cuya moral restauró, tomando parte con ella en la batalla del Marné y mereciendo ser citado con elogios en la orden del ejército. A fines de Octubre se le confirió el mando del 33.° cuerpo de ejército ,de nueva formación, reforzado con la división marroquí, y destinado a operar al  este de Arras. Sus primeros trabajos encamináronse a organizar la situación, extremadamente confusa, aprovechando su gran  conocimiento del terreno, pues como hemos dicho, estuvo en la citada ciudad de guarnición durante los tres últimos años anteriores a la guerra; trabajos de organización que le valieron ser citado por segunda vez en la orden general del ejército. El 9 de mayo de 1915 (ofensiva del Artois) inició un ataque contra las posiciones de Carency y  Ablain-Saint-Nazaire, en donde los alemanes habían acumulado  todos los medios posibles de defensa, logrando envolverlas y apoderarse de ellas, avanzando más de 3 Kms., haciendo 2,000 prisioneros, apoderándose de 25 ametralladoras y 6 cañones, mereciendo ser nuevamente citado y que el ministro de la guerra fuese personalmente á felicitar al 33º cuerpo, pues era el primer éxito aliado en la guerra de trincheras.

En Agosto se le confió el mando del 2º ejército al pasar Castelnau á dirigir un grupo de ejércitos, y en la ofensiva de otoño del mismo año (ofensiva de Champagne) logró los primeros avances con un mínimo de pérdidas, siendo también el general que se supo detener a tiempo evitando el inevitable fracaso.  Todos estos éxitos lo elevaron entre los mejores comandantes del frente occidental, siendo el general elegido para salvar Verdún a últimos de febrero de 1916. Organizó enseguida la defensa de un modo admira­ble consiguiendo detener los avances del enemigo, pudiendo el 9 de Abril lanzar su famosa orden que termina con la célebre frase: …On les aura! (¡Serán nuestros!), que pronto se popularizó, corriendo por el mundo entero. El 27 de Abril fué nombrado gran oficial de la Legión de Honor por los motivos siguientes: «Oficial general de grandísimo valor; desde el principio de la campaña no ha cesado, como jefe de brigada, división, cuerpo de ejército y ejército de dar pruebas de las más notables cualidades militares. Gracias a su sangre fría, a su firmeza y a la habilidad de sus disposiciones, ha sabido restablecer una situación difícil é inspirar confianza á todos. De este modo ha prestado al país los mas relevantes servicios.» Al confiársele el mando de un grupo de ejércitos, conservó Verdun dentro de su sector y las operaciones de fines de 1916 que llevaron consigo la toma de Vaux y Douaumont, fueron dirigidas por él. En Abril de 1917 fué nombrado jefe del estado mayor general del ejército francés, y en mayo se le confió el alto mando de todos los ejércitos franceses. A raíz de la ofensiva de agosto de dicho año fué nombrado gran cruz de la Legión de Honor, cuyo nombramiento quiso entregarle en persona el presidente de la República. A fines de 1918 se le nombró mariscal de Francia, y des­pués del armisticio entró el 19 de Noviembre en Metz al frente del 20º cuerpo de ejército. La carac­terística de Petain es la sangre fría, habiendo sabi­do inculcar en todas ocasiones á sus subordinados la necesidad de ser pacientes y tenaces, y exaltar en ellos el espíritu de sacrificio, siendo una de sus máximas favoritas la de que «una tropa es in­vencible, cuando habiendo hecho de antemano el sacrificio de su vida, está decidida á hacer pagar lo más caro posible al enemigo dicho sacrificio». En su mando practicó la estrategia del desgaste, ini­ciada por los ingleses, y de la cual fué en Francia su principal defensor, y trató de inculcar a sus su­bordinados el principio de que «la artillería es quien gana las posiciones, y la infantería quien las ocupa y mantiene».

Fuentes:

Enciclopedia  Espasa Calpe

Wikipedia en inglés y francés.

Biografía extraída de HISTORIA Y VIDA (Extra 19)

Mariscal Pétain. Cuando estalla la guerra Philippe Pétain es un coronel de cin­cuenta y ocho años cuya ca­rrera militar ha discurrido bajo el signo territorial, indi­ferente a la tentación colo­nial. Su mando de la 6.a Divi­sión se caracteriza por la ha­bilidad y por la prudencia. Ascendido a general, manda el 33 Cuerpo del Ejército y desde entonces su carrera será rapidísima, Frente a la insensata alegría ‘atacante que dominaba al generalato francés, Pétain empieza a de­fender la teoría de que «la ar­tillería ocupa y la infantería conquista». Y sostiene que ninguna operación debe ser emprendida sin la prepara­ción artillera suficiente.

En 1915 pasa a mandar al II Ejército y ya su tempera­mento prudente y ecónomo de hombres le crea una au­reola entre la tropa, harta de aventuras sangrientas. Al producirse el ataque a Ver- dun, es designado jefe del Grupo de Ejército del Centro y de la terrible batalla de usura, que por meses con­sume vidas inestinguible- mente, queda su nombre unido al de la plaza fuerte en gesta que le hará pasar a la historia.

Después del descalabro del Chemin des Dames (1917) Pétain es nombrado comandante en jefe del ejército francés y con mano dura reprime los motines de un ejército desmoralizado por una guerra que más asemeja a un matadero. Al producirse la ofensiva de Ludendorff. Pétain descubre otra faceta de su carácter: su pesi­mismo, su frialdad ante la derrota. En 1918 es hecho maris­cal de Francia. Gélido, pru­dente y defensivo, es un francés del Norte, calculador, exento de generosidad. Cuando Poincaré le otorgó el bastón de mariscal, Foch le dijo a Weygand, que estaba a su lado durante la ceremo­nia: «¡Y pensar que este hombre ha llegado hasta aquí a base de darle patadas en el c…l».

Su ancianidad fue uno de los más penosos naufragios humanos. R.A.

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